Me llamo RLB. Soy un ciudadano de un viejo y gran país llamado España. Estoy orgulloso de ser su ciudadano, aunque he viajado por todo el continente americano y me considero por encima de todo, un ciudadano del mundo.
La vida me ha llevado por un camino que me ha invitado, o quizás obligado, a observar. Pero no desde mi casa a la calle, o desde un banco en una plaza, sino más bien lejos de mi tierra, al otro lado del Atlántico. Allí me di cuenta de la enfermedad que afecta a mi país, a mis gentes, y a su economía. Y es que las cosas desde fuera siempre se ven con más claridad.
En la tierra que vio nacer la picaresca del Lazarillo de Tormes o el Buscón de Quevedo, todos quieren hacer el mínimo esfuerzo posible. Todos quieren ser funcionarios, futbolistas (FUFUs) o famosos. Y si acaso aparece algún emprendedor, mejor que se dedique al pelotazo inmobiliario o financiero, que es lo que se lleva ahora, pero siempre que sea dinero fácil. El querer ser uno de ellos, cueste lo que cueste, es uno de los grandes problemas que existe hoy en día en la psique del ciudadano medio de España..
Fotografía: chiringuito playero, el hábitat natural del FUFU.
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Si peguntas a un norteamericano medio, por ejemplo, te dirá que su máxima aspiración sería crear su propia empresa y tener éxito en la misma. Los americanos viven en la cultura del "hombre que se hace a sí mismo" y "el sueño americano". La inicitativa y la ambición son vistos como algo normal en un país de raíces protestantes, por eso saldrán antes de la crisis. Los españoles, parecemos creernos demasiado a rajatabla, ese principio católico de "bienaventurados los pobres, poque ellos heredarán la Tierra", incluso sobresalir un poco a veces está hasta mal visto.
Todos quieren ser famosos, todos quieren ser futbolistas, todos quieren ser funcionarios. Ya nadie cree en el trabajo del día a día. Ya nadie cree en el sudor del día a día como lo hicieron nuestros padres y nuestros abuelos. Todos quieren esforzarse solo un poco, durante un breve plazo de tiempo, salir en algún programa cutre de televisión, meter un el gol en el momento oportuno, o estudiar un año, para pasar el resto de su vida sin hacer, y por tanto sin ser, nada.
Y luego están los becarios vitalicios, los políticos, los que no estan parados sino "quietos", y los que viven de las subvenciones (de los que curramos). Grandes personas que van propagando la cultua FUFU por el mundo. Lo que realmente hacen, en 90% de los casos, es vivir a costa del estado, para llevar una vida hippy rodeada de fiestas. Sería admirable sin no lo pagaramos usted y yo de nuestros impuestos.
Los FUFUs que alcanzan su objetivo ganarán poco o nada, pues nada es aquella persona que después de hacer un esfuerzo en poco tiempo de su vida, decide vivir el resto de su vida de las rentas. Tienen una familia, un coche, un trabajo aparente pero todo sin consistencia real, es todo de cara a la galer ía. Algunos alcanzan sus metas para luego no ser nada sino juguetes rotos, y no estoy hablando solo a nivel profesional, sino también a nivel personal.
Los que no consiguen enriquecerse a corto plazo, o que no aprueban las oposiciones para poder vivir el resto de su vida cómodamente, son la inmensa mayoría, ya que muy pocos pueden entrar en el Olimpo de los FUFU. Éstos se quedan toda la vida pensando lo felices que serían si hubieran sido un FUFU más.
Los FUFUs fallidos vivirán para pagar su hipoteca (si son capaces de llegar a fin de mes), los fines de semana unas cañas con los amigos, a Benidorm todos los veranos, y su eslogan en la vida será "como en España no se vive en ningún lado", como si por repetirlo muchas veces se hiciera verdad. Y para evadirse, está el futbol los señores y cotilleo las señoras, para ver cómo viven los FUFUs de verdad, ésos que siempre acaban en clínicas de desintoxicación.
¿Y que pasa con los mas locos, aventureros o infieles, de los FUFU?. Pues que se van un par de veces al mes con las mujeres de la mala vida, tienen un lío con la secretaria (o con el vecino), si es que aun no les ha crecido demasiado la barriga.
Pero, ¿qué me importa a mí que la gente viva una vida vacía?, cada uno que viva como quiera. Yo no soy quien para dar una lección de filosofía, realmente no. Que levante la mano quien esté libre de pecado, y yo seguro, no puedo levantarla. Pero me duele por mis sobrinos, por los hijos que quizás algún día tenga, o por el resto de mis compatriotas en España, país que siempre querré. Me duele porque mi país ha creído en la cultura del pelotazo, y sigue soñando en dichas coordenadas.
Ahora que se acabo el boom inmobiliario, aguantemos con el regalito que nos ha dado nuestro visionario presidente (otro bonito funcionario) de extendernos el paro, quizás hasta las próximas elecciones, para que volvamos a votar a tan visionario líder, capaz de duplicar el paro y arruinar en 6 años las arcas del país. Coincidencias de la vida, exactamente igual que hizo Bush. Pues realmente, y aunque a ambos les duela, se parecen más de lo que creen. Idiotas congénitos los hay en todos los colores políticos.
Pero no hay que frustrarse al respecto de todo lo dicho anteriormente, pues es que es así como se ha educado a las nuevas generaciones. No desde ahora, sino desde hace tiempo, aunque cada vez este pensamiento se ha fortalecido más. Y de esta manera no vamos a ningún sitio.
"Pues la culpa es de los inmigrantes" dirá algún idiota. Totalmente falso, los inmigrantes vienen hacer ese trabajo que la mayoría de los españoles no quieren hacer, pues como vuelvo a repetir, mis compatriotas quieren vivir de las rentas. Y ahora que ha muerto el ladrillo, ahora hay que sacarse de encima a los extranjeros, pues ellos son los responsables de nuestros problemas. Menuda idiotez.
¿Y que qué podemos hacer?. Lo que hicieron nuestros padres y abuelos tras la posguerra. Trabajar duro en el día a día, sin renunciar a disfrutar de la vida. Y ser un poco menos cínico, o mejor dicho DEJAR DE SER UN CÍNICO. Y por favor, apoyar al empresario en lugar de culparlo por la crisis, dejen el control del país en manos de empresarios. No saben que a cada día más empresarios nos cuesta llegar a fin de mes, y arriesgan su patrimonio para pagar la nomina de los empleados. Ahora parece que todos los empresarios españoles son como los grandes banqueros americanos, cuando la inmensa mayoría de empresas en España son PYMES de menos de 20 trabajadores. Nosotros NO hemos especulado, y hemos dado trabajo durante muchos años a mucha gente en España.
Y todos (ustedes y yo) tenemos algo de la culpa de lo que pasa en España por acción o por omisión. Por votar a quien votamos, por creerse lo que nos cuentan, por querer vivir siempe del aprobado raspado. Y hay ponerle las pilas a los políticos, a la oposición, a los sindicatos y la patronal, que dormidos en los laureles, son unos FUFU más que viven de las rentas que les pagamos todos los españoles. En otras palabras lo único que pido es apender a pescar y no pedir tantos peces. Pues el pequeño empendedor, aquel que cree en el trabajo del día a día, es el único que puede salvar el país. Que resucite Adam Smith y lo cante a los cuatro vientos. El emprendedor actual, no sólo tiene que luchar contra la crisis; también es perseguido por sindicatos que se quedaron en Marx y Lenin y por políticos populistas, vendedores de humo. El empresario es hoy el verdadero revolucionario, el que puede acabar con el síndrome FUFU que ha dejado al 90% de la sociedad idiotizada. Me refiero al empresario tradicional (la mayoría), no al jugador de casino del mundo inmobiliario, no o al kamikaze de Wall Street. El día que se devuelva el respeto a quien se merece y se vuelva a valorar el esfuerzo, el país (y el mundo), estarán salvados.
SIMPLEMENTE ABRAMOS LOS OJOS, Y PASEMOS EL MENSAJE, SEÑORES. REVOLUCION, PERO DE LA POSITIVA!!
R.L.B. es un amigo personal, empresario, máster cum laude en Gestión Internacional de la Empresa por Thunderbird (USA), y actualmente gerente de una de las mayores franquicias internacionales en Centroamérica.
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Publicado por VRedondoF para AyN V. el 11/15/2009 06:45:00 PM