BMW continúa sorprendiendo a propios y extraños con sus impresionantes avances en la reducción de consumos y emisiones. El fin de semana hizo públicos todos los datos del Vision EfficientDynamics, un prototipo que representa una nueva vuelta de tuerca a su EfficientDynamics, una política (o unas medidas, según como se mire) cuyo objetivo es reducir al máximo las emisiones del coche.
Comencemos por la nueva tecnología que ofrece este modelo. El método de propulsión está basado en un sistema híbrido enchufable (plug-in), compuesto de un motor diesel y dos propulsores eléctricos. El motor de combustión interna es un 1.5 tricilíndrico de 163 CV y 290 Nm accionado con un cambio de marchas de doble embrague DCT. Se debe destacar este nuevo motor de tres cilindros puesto que es la base de la próxima hornada de motores de pequeño tamaño que prepara BMW para los próximos años.
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El primero de los motores eléctricos está colocado en el eje delantero y sirve para atender picos de potencia. Así, aporta una potencia de 82 CV en funcionamiento normal pero puede ofrecer 114 CV durante 30 segundos si se acelera a fondo e incluso 140 CV durante 10 segundos. El segundo motor eléctrico está colocado entre el motor diésel y la caja de cambios y aporta una potencia continua de 34 CV.
Las baterías son de litio y están colocadas a lo largo del túnel central del prototipo, lo que ayuda a ahorrar espacio en el maletero o el vano motor. Pesan 85 kg, tienen una capacidad de 8.6 kWh y se pueden recargar en 2 horas y media en un enchufe típico europeo de 220/230 V.
Con todo esto, la potencia total del sistema híbrido es apabullante: 356 CV y un brutal par máximo de 800 Nm dan fe del buen hacer de BMW en este apartado. Por ello, no es de extrañar que acelere de 0 a 100 km/h en sólo 4.8 segundos con una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Además, el consumo medio homologado se quedaría, según estimaciones de BMW, en 3.76 l/100km.
Otros detalles que contribuyen a la reducción de consumo y emisiones es la elección de los materiales constructivos, puesto que se ha optado por un chasis de aluminio, y una carrocería de policarbonato. Además, la gestión electrónica ayuda a reducir el consumo de electricidad o a desconectar el motor diésel para reducir al mínimo el gasto energético.
De la estética se pude escribir mucho pero lo mejor es observar el coche en las fotos. Al ser un prototipo que claramente no llegará a la luz, lo más reseñable es su mecánica, cuyos elementos más destacables podrían llegar a verse en coches de producción de la marca. Será desvelado públicamente en el Salón de Frankfurt.
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