El mejor ministro de Economía del mundo se encuentra en... Indonesia
A. Villarino. Kuala Lumpur (Indonesia)
¿Es posible salir airoso de la crisis más globalizada de todos los tiempos? Sri Mulayani Indrawati, ministra de Finanzas de Indonesia, está convencida de ello. Las cifras que baraja su gabinete refuerzan su optimismo, una impresión que comparten también varios banqueros e inversores extranjeros. El dato más sorprendente viene el primero: de todas las economías en desarrollo, Indonesia es la única que no espera un frenazo brusco en 2009. Así, si el año pasado creció un 6%, el Gobierno prevé superar el 5,5 en el presente ejercicio. Una etiqueta envidiable incluso para Asia, continente donde la crisis está siendo algo menos dramática que en Europa o Norteamérica.
Las cifras de Indonesia han llamado la atención de la revista Newsweek. Tanto, que la publicación estadounidense identificaba el país como uno de los "ganadores de la recesión mundial", codeándolo nada menos que con John Paulson, Nassim Nicholas Taleb (Universa), Toyota, Wall-Mart, Gordon Brown, Lula da Silva, Peter Schiff y Hyman Minsky, entre otros. En la categoría de "naciones", los otros nombres propios a los que Newsweek dedicó elogios gravitan también en la órbita asiática: India, que gracias a su mercado interno y a la buena salud de sus industrias tecnológicas seguirá creciendo un 5%; y China, donde a pesar del paro y la creciente confrontación social, se mantiene una envidiable progresión macroeconómica. Esta última observación es quizá la más discutible del ranking, teniendo en cuenta lo que están sufriendo las exportaciones chinas (que suponen más de la mitad de su PIB) por la caída de la demanda en Occidente.
Dejando a un lado las clasificaciones de la revista norteamericana, es cierto que Mulayani, la ministra de finanzas, ha recibido atenciones y elogios constantes en la prensa económica del Sudeste Asiático. Sus méritos lucen doblemente: por ser mujer en un país de mayoría musulmana y porque la clase política indonesia está considerada una de las más inoperantes y viciadas del mundo, tanto que ocupa un deshonroso puesto 126 en la lista de transparencia administrativa elaborada cada año por "Internacional Transparency".
Y es precisamente en ese frente donde se distinguen los mayores méritos que se le reconocen a la ministra: sus esfuerzos por regular la economía y por acabar con los viejos vicios de la era Suharto han disparado la recaudación de impuestos, que el año pasado fue hasta un 50% más que en ejercicios anteriores. Quienes glosan su carisma repiten una anécdota que, al parecer, tuvo lugar al poco de aceptar el cargo. Poco después de entrar al ministerio, Mulayani llamó a su despacho a un veterano asesor y le preguntó cómo era posible que su hija estudiase en Estados Unidos con un sueldo como el suyo. No hubo respuesta, porque todos la conocen: en países como Indonesia el salario de los cargos políticos es meramente anecdótico, el último de los incentivos.
Como la hija de su asesor, Mulayani estudió en una universidad americana, habla un inglés excelente y su expediente es de lo más brillante que ha pasado por la cartera de la que depende la primera economía del Sudeste Asiático: las finanzas de un país con 240 millones de habitantes. Otros de sus méritos reconocidos es haber reducido la deuda pública hasta un 30% del PIB, un milagro si tenemos en cuenta que hace tan sólo una década el país acumulaba casi el cuádruplo. Su inflexibilidad financiera y su obsesión por no endeudarse cosechaban críticas hace tan sólo unos meses. Ahora, su herencia es la envidia del Sudeste Asiático y el paquete de medidas anticrisis aprobado por su gobierno ha resultado ser el menos traumático de la región.
El consumo interno, su principal motor
Los análisis técnicos explican la menor vulnerabilidad de Indonesia frente a la crisis añadiendo otros datos. Dicen, por ejemplo, que sus exportaciones están basadas en materias primas que no se han depreciado y cuya demanda sigue siendo virtualmente invariable. También apuntan que Indonesia es el país del Sudeste Asiático que menos depende de las exportaciones y que el verdadero motor de su economía (al revés que ocurre, por ejemplo, con China o Vietnam) es su vastísimo mercado interno. La caída de los precios de la energía, que Indonesia importa masivamente, también ayudan a salir airoso.
Frente al optimismo comparativo de las grandes cifras, algunos observadores que viven dentro del país, exponen matices. Lo hace por ejemplo Juan Palop, corresponsal en Yakarta de la agencia EFE, quien me comentaba los razonamientos de Newsweek insistiendo en que los números macroeconómicos no son del todo representativos en una nación donde en torno al 70% de la población se gana la vida en el sector informal y donde casi el 40% está por debajo del umbral de pobreza. El propio Palop explicaba en este interesante teletiporecogido por Cotizalia cómo, curiosamente, esta enorme economía sumergida esta ayudando a absorber los costes de la crisis.
En definitiva, para la pregunta con la que empezábamos, Newsweek nos tenía cocinada una respuesta. ¿Existe un país que consiga burlar la crisis? No del todo, por supuesto, pero hay uno que se acerca: Indonesia.
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Publicado por VRedondoF para POLITICA el 1/22/2009 09:43:00 AM